Después de largo tiempo de espera al fin llega la secuela de otra de las joyas que nos dio la mente de Guillermo del Toro, sólo que esta vez la secuela es dirigida por Steven S. DeKnight, y escrita por el mismo con la ayuda de 3 personas más (Emily Carmichael, Kira Snyder y T.S. Nowli).
Y siguiendo lo vivido en la primera película tenemos de vuelta a un equipo de guerreros que pilotean estas enormes maquinas llamadas Jaegers, y que después de 10 años de los sucesos de la primera película tenemos a un mundo que ha cambiado y se ha preparado tanto tecnológicamente como mentalmente a eventos de este tipo y en donde las compañías privadas también han entrado a esta guerra pero de una forma distinta, ya que la tecnología y el conocimiento obtenido tras todo este conflicto previo, ha estandarizado e innovado de tal forma que los pilotos comienzan a ser reemplazados por inteligencia artificial.
También es muy grato ver rostros que participaron anteriormente y que están de vuelta, (aunque sea por breve tiempo) y creo justo este es un buen momento para comentar algo que sin duda esta plagada la película, y es que se siente que es la forma de pasar la estafeta a una nueva generación no sólo de pilotos y de historia, si no de público al que va dirigida la película; puesto que el ritmo y las secuencias de acción están muy enfocadas en llamar la atención del público joven y una de las formas más obvias es diciéndonos que el futuro del planeta tierra depende esta vez de los pilotos adolescentes los cuales son los ideales para pilotear tan enormes maquinas (muy al estilo de cualquier anime donde los pilotos son adolescentes «pubertos» con problemas existenciales).
La cinta sin duda se siente diferente y muy enfocada al gusto de las nuevas generaciones, puesto que se siente como han dejado de lado justificaciones que un tema de estos necesita, (como saber como es posible que una niña de 13 años construya ella sola un gigantesco robot) y que sin duda es necesario contestar para poder adentrarse a este mundo sin sentir que algo esta mal y que tenga credibilidad para la audiencia.
Si gustas de los mundos de ciencia ficción donde los robots gigantes o mechas son la herramienta común, sin duda hay mejores formas de sacias esta hambre, aún así la nostalgia puede llevar a querer echar un vistazo a un producto que únicamente tiene como meta el entretenimiento pasajero.