Todavía recuerdo el momento exacto en el que el batimóvil hace su aparición, la sala entera retumbo y pareciese por un momento que todos los espectadores estábamos frente a tal maquina, el retumbar de la sala de cine era tal, que todos brincamos y puedo asegurar que mi cabello se movió como si una ráfaga de aire lo hubiera empujado, realmente fue una sensación que muy difícilmente se podría replicar fuera de la sala de cine, (a no ser que estuviera frente al batimóvil mismo), pues la forma en como el director Matt Reeves diseño toda esa secuencia fue sin duda para vivir una experiencia única, y la razón por la cual pidió a los complejos cinematográficos que ajustaran el sonido de las salas tal como el había diseñado el audio, para que se maximizara todo lo que le deseaba que la audiencia sintiera, sin duda, una gran secuencia.



Es por eso que al liberarse este detrás de cámaras en el cual podemos ver todo el trabajo que hubo detrás de esta gran secuencia, y al ver todo el trabajo de gente de efectos prácticos, stunts, y gente de producción, en conjunto para coordinar la persecución y las horas de práctica para lograr lo que se había imaginado en la pre producción, nos lleva a aplaudir y alentar este tipo de trabajo que claramente vimos (y sentimos) que funciona en la sala de cine.