No cabe duda que de vez en cuando surgen películas donde la trama y la forma en como se exploran a los personajes nos adentra de tal forma que nos dejan una buena enseñanza pero sobre todo a cuestionarnos ciertas cosas tan cotidianas y que nos ciegan de cierta forma con nuestro estilo de vida.

Es aquí donde este film independiente dirigido por Matt Ross y teniendo a Viggo Mortensen en el papel protagónico, donde nos narran la historia de una para nada típica familia estadounidense que, por deseo y creencias de los padres (Ben y Leslie) viven alejados de la civilización.

Tomando como pilar las creencias anti-capitalistas deciden educar a sus hijos ellos mismos alejándose de las comodidades cotidianas a las que estamos acostumbrados todos nosotros, y es como vemos que ellos mismos toman el papel de profesores y guías espirituales dando pie a que sus hijos, desde pequeños, enfrenten conceptos complejos, razonen por si mismos y sean seres pensantes.



Hasta aquí todo bien, y es que pareciese que esta forma de vida sea la ideal y nos justifican este estilo de vida dejándonos una cierta culpa por rechazar esta idea y decidirnos por los «beneficios» de ser parte de una sociedad.

Pero en realidad es aquí donde apenas inicia esta aventura, puesto que nos presentan esta incógnita, y es que qué pasa cuando una persona que crece aislada de la civilización debe enfrentarse a situaciones comunes y de lo más cotidianas como comunicarse con el sexo opuesto, cuando siempre ha vivido aislado y las únicas personas con las que convive es su propia familia.

Y es que después de que muere la esposa de Ben, él junto con todos sus hijos deben enfrentarse a ese mundo que decidieron abandonar para poder asistir al funeral, teniendo como conflictos el que los padres de Leslie culpen a Ben por todo lo sucedido.



Es aquí donde se detonan todos los conflictos y pensamientos, pues al mismo tiempo que los niños se dan cuenta de la decadencia de la civilización «moderna» también despiertan de cierta manera y observan lo mucho que se han perdido, haciendo evidente que el conocimiento para sobrevivir al mundo viene de muchas maneras y formas, y que muchas veces lo que uno cree no siempre es el camino correcto.



Sin duda alguna esta es una película que no se debe dejar pasar ya que tanto la historia como los personajes están llevados de tal forma que nos llevan a una cierta auto exploración de los valores familiares tan diluidos hoy en día, pero sobre todo que notamos ese crecimiento de los individuos posterior a una crisis.